Había una vez un hechicero que, disfrazado de mendigo iba de casa en casa, llevándose a las muchachas más bonitas que encontraba, y ninguna volvía a ver a sus padres.
Un día fué a pedir limosna a la casa de un hombre que tenía tres hijas muy hermosas, la mayor de las cuales le dió una gran rebanada de pan.Al volverse ella, el hechicero la tocó en el brazo y, aun contra su voluntad, la pobre muchacha se sintió obligado a entrar en la cesta que el mendigo llevaba a cuestas; una vez dentro de ésta, el hechicero se la llevó con el a su casa, situada en medio de un espeso bosque. Todo era allí magnífico, y había todo cuanto la muchacha pudiera apetecer. Pasado algunos días le dijo el hechicero que se veía precisado a emprender un viaje, por lo cual le entregaba las llaves de la casa, añadiendo que la dejaba en libertad para recorrer todas las habitaciones, excepto una, y previniéndola que, si entraba en aquella habitación prohibida, moriría. Al mismo tiempo le dió un huevo y le encargó mucho que no se lo extraviara. Cuando el hechicero se hubo perdido de vista, empezó la joven a revisar oda la casa, encontrando todas las abitaciones llenas de bellos objetos. Por fín, llegó a la puerta de la cámara prohibida y, después de vacilar por un momento, la curiosidad la venció y entró. El espectáculo que se le ofreció a l vista la dejó aterrada: vió un sinnúmero de muchachas que habían sido hechas prisioneras, y todas ellas estaban como dormidas. La joven, impresionada por la inmovilidad de aquellos cuerpos, salió corriendo del cuarto, huyendo todo lo más lejos que le fue posible. En su espanto, dejó caer el huevo que llevaba en la mano, el cual no se rompió, pero cuando lo levantó del suelo, notó que se le había manchado de rojo, y a pesar de lo mucho que lo intentó, no pudo limpiarlo. Pocas horas después volvió el hechicero, y al momento pidió a la joven las llaves y el huevo que le había dejado. Tan pronto como vió las manchas rojas en el huevo, comprendió que había entrado en el cuarto prohibido y la derribó al suelo, y arrastrándola hasta la cámara secreta, la dejó allí encerrada con las otras. El hechicero se dirigió de nuevo a la casa en que había pedido el pan, y esta vez se llevó a la hija segunda. También ella se dejó vencer por la curiosidad, y corrió la misma suerta que su hermana. El brujo entonces, capturó y se llevó a la única hermana que quedaba, pero ésta era muy astuta, de tal manera que, cuando recibió el huevo y las llaves, sin la menor tardanza depositó el huevo con mucho cuidado en una alacena. Cogió luego la llave y se dirigió a la cámara prohibida para averiguar qué había en ella. Con gran estupor vió ue el suelo se hallaba cubierto de muchachas sumidas en profundo sueño, y que entre ellas estaban sus dos hermanas. Como era más juiciosa que las otras, tuvo mucho cuidado en conservar el huevo bien limpio. Cuando el brujo regresó a casa, corrió la joven a su encuentro, llevando las llaves y el huevo; entonces, viendo él que estaba limpio, exclamó: - Tú serás mi esposa, ya que has sabido resistir la prueba. Pero el hechicero ya no podía obrar a su antojo, porque su prometida había roto el encanto y hacía lo que quería de él; valiéndose de esto se fué al cuarto prohibido y despertó a las durmientes prisioneras que estaban allí encantadas. Luego dijo al brujo: - Antes de que me case contigo, debes llevar, una cesta llena de oro a mis padres. Tomó una cesta muy grande y mandó entrar en ella a sus dos hermanas, a las que cubrió con una capa de monedas de oro, para que no se vieran. Hecho esto, dijo al hechicero que cargara con la cesta y que tuviera buen cuidado de no entretenerse por el camino, pues ella le estaría vigilando desde una ventana. El hombre se cargó la cesta a las espaldas y echó a andar, pero era la carga tan pesada, que se caía de fatiga. Sentose, pues, para descansar, pero en el mismo momento oyó una voz que salía de la cesta y le decía: "Te estoy mirando desde mi ventana." Creyendo que era la voz de su futura esposa, se puso en marcha otra vez, haciendo mucho esfuerzo. Cada vez que trataba de descansar ocurría lo mismo, hasta que, por fín llegó a casa de los padres, donde dejó la cesta. Mientras él hacía este camino su prometida cogió una cabeza de cartón y la colocó en una ventana del piso superior, como si fuera alguien que vigilara. Luego dió libertad a todas las víctimas del hechicero y repartió invitaciones para la boda. Finalmente se cubrió el cuerpo con plumas, de modo que pareciese un pájaro raro y nadie pudiese reconocerla. Así salió de la casa. A poco encontró a algunos de los invitados, que le dijeron: - ¿De dónde vienes, ave, tan hermosa? - De las Casa en que el brujo se desposa. - Y ¿qué hace, dí, la linda prometida? - Después de haberse puesto muy pulida, con el traje nupcial engalanada, a la ventana la dejé asomada. Cuando volvió el brujo a la casa, miró hacia la ventana, y viendo la cabeza, creyó que era su futura esposa. Entró precipitadamente; más, apenas lo hubo hecho, los parientes y amigos de las tres hermanas, que le aguardaban allí para vengarse del mal que a ellas les había causado, cerraron las puertas y pegaron fuego a la casa. Este fué el fín que tuvieron el hechicero y su cámara prohibida. |
Once there was an evil wizard who, dressed as a beggar, would go from house to house asking for alms and would steal the prettiest girls he could find. None of them could ever return home. One day he knocked on the door of a house where lived a man with three beautiful daughters. The eldest opened the door and gave him a piece of bread. When she gave it to him he touched her arm and hypnotized her. Then he made her enter the basket that he always carried on his back and took her to his house which was situated in the midst of the woods. Everything there was magnificent, and she had everything she could wish for. After a few days the wizard told her that he had to go on a journey, that he would leave her the keys to all the house, and that she could enter every room except one. If she should enter that room she would surely die. Also, he gave her an egg and asked her to take good care of it. As soon as the wizard was out of sight, the girl looked into every room and found beautiful things that delighted her. At last she approached the prohibited chamber and after a moment's indecision, her curiosity won and she entered the room. What she saw made her tremble. There were hundreds of girls that had been kidnapped and all looked as if they had fallen asleep. The girl, frightened at the sight, went running out of the room as fast as she could. In her haste she dropped the egg that she carried in her hand, but it did not break. When she picked it up she noticed that the egg had turned red, and although she tried to clean it, the egg stayed red. After some time the wizard came back. He noticed what had happened to the egg, struck the girl, and dragged her into the prohibited chamber, where he left her with the others. The wizard then went back to the same house and stole the second sister and the same thing happened to her. He went back a third time and kidnapped the younger sister, but this sister was very wise. When the wizard gave her the keys and the egg, she took the egg and deposited it in the cupboard. Then she took the keys and went into the prohibited chamber. She was amazed at seeing so many girls lying as if in a profound sleep. Amongst them she recognized her two sisters. She left the room and closed the door. When she heard the wizard returning, she took the egg and the keys and went to meet him. "You shall be my wife because you have resisted curiosity," he exclaimed. As the girl had broken the spell, the wizard had lost his power and she could do with him as she pleased, so she went to the prohibited chamber and awoke all the girls. Then she went to the wizard and told him. "Before I marry you, you must go and take a basket full of gold to my parents." She took a great big basket and in it she hid her two sisters covering them with pieces of gold. Then she told the wizard to take the basket but not to stop on the road because she would be watching him from the window. The man took the basket and started walking but soon was worn out by fatigue. He sat down to rest, but immediately heard a voice which said "I am watching you from my window." Thinking it was the voice of his future wife, he got up and walked a while longer. Every time he tried to rest, the same thing happened, until finally he reached the house where his fiancée's parents lived. There he left the basket. In the meantime, his future wife took a piece of cardboard and made a head which she placed on the window sill of the second floor, making it look as if someone was watching from the window. Then she went and let out the other victims and invited them all to her wedding. Finally, she covered her whole body with feathers, disguising herself as a rare bird so that no one could recognize her, and left the house. Soon she met some of the guests that she had invited to the wedding and they asked her: "From where do you come beautiful bird?" "From the house where the wizard is being wedded." "And please tell, what does the beautiful bride do?" "After being all dressed up in her beautiful wedding gown she leans out of the window looking down." When the wizard returned home, the window of the second floor was open, he looked towards it and saw the head there. He thought it was his future wife and he ran excitedly into the house, but upon entering he encountered all the family and sisters of the girl, who dragged him into the chamber, locked the door and set fire to the house. And this was the end of the wizard and his prohibited chamber. |
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Sunday, January 13, 2019
Fable: The Evil Wizard and the Secret Chamber
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